domingo, 18 de octubre de 2009

LA MOTIVACIÓN: Una tarea de todos.

A pesar de la gran inversión económica y tecnológica que se ha llevado a cabo en muchos establecimientos, es posible observar que la calidad de los aprendizajes de nuestros estudiantes no ha progresado. ¿A que debemos esto?

Suele suceder que pese a contar con los recursos necesarios para realizar clases que suponemos más entretenidas para nuestros estudiantes, no existe una motivación por parte de estos que favorezcan un real aprendizaje…pero, ¿Qué entendemos por motivar?

Considerando lo planteado por Agustín de la Herrán Gascón, podemos decir que “por motivación se entiende la acción y el efecto de motivar [que a su vez es dar causa o motivo para algo], y motivo es lo que activa y orienta los comportamientos”

En base a lo planteado podemos decir que:

  • La motivación define un para qué de naturaleza profundamente cognoscitiva y emocional, lo que posibilita el aprendizaje. Sin motivación, no hay aprendizaje de calidad.
  • La motivación de los alumnos, depende de la actuación de los profesores.
  • Cada alumno es único, por lo que a lo que uno le motiva, a otro puede que no o que lo haga en menor medida.
  • Las expectativas que posea un profesor de sus alumnos, influirá en la valoración de sus capacidades y motivaciones para promover su aprendizaje.

Considerando que la motivación resulta necesaria para los diferentes subsectores de aprendizaje, es necesario tener en cuenta ciertos tips a la hora de planificar y realizar intervenciones en el aula.

  • Definir las normas y reglas a seguir durante la clase.
  • Trato calido por parte del docente: ser cordiales, amables, respetuosos y cercanos con los estudiantes.
  • Comunicar entusiasmo por los contenidos a aprender.
  • Escuchar comprensivamente lo que nuestros alumnos plantean.
  • Atención individual: dedicar el tiempo necesario tanto de manera formal (reuniones, tutorías) como en conversaciones espontáneas. Demostrar interés en sus gustos, ofrecer apoyo y ayuda, etc.
  • Comunicar expectativas positivas hacia todos, confiar en sus capacidades y comunicarlas con entusiasmo.
  • Utilización adecuada de la comunicación no verbal y paraverbal, tanto a la hora de enseñar los contenidos como a la hora de establecer conversaciones con los estudiantes.
  • Coordinar con los demás profesores los contenidos a enseñar, para que exista una coherencia y complemento de contenidos evitando caer en reiteraciones.
  • Contextualizar los contenidos enseñados con la realidad e intereses de los estudiantes.
  • Proponer retos a los estudiantes o situaciones problemáticas que favorezcan el planteamiento de desafíos de los estudiantes.
  • Modificar la disposición física de la clase para el desarrollo diverso de actividades.
  • Proponer actividades lúdicas que favorezcan la recreación y descubrimiento de los estudiantes.
  • Permitir a los estudiantes optar por actividades distintas de acuerdo a sus intereses, tipos de inteligencia, etc.
  • Realizar preguntas abiertas al final de una clase e invitar a responderlas por los estudiantes en el momento o en la clase siguiente.
  • Empleo variado y adecuado de los recursos didácticos con los que se cuenta.
  • Buen uso del tiempo, tantos en los distintos momentos de la clase, como en las actividades propuestas a desarrollar dentro y fuera de la sala. Por ejemplo, las actividades de la última hora de clases sean más relajadas que en las horas anteriores.

    Estos y muchísimos consejos más favorecerán desarrollar de manera consciente el interés y motivación de los alumnos, favoreciendo sus aprendizajes y deseos por aprender.

Daniela González Rojas.


Fuente:
Herrán Gascón, A. de la (1999). Didáctica de la Motivación (I y II partes). Suplemento Pedagógico Acade (25), 10-13, y (26), 6-9. Extraído de:
http://www.pangea.org/peremarques/dioe/DIDÁCTICA DE LA MOTIVACIÓN.pdf

viernes, 9 de octubre de 2009

Lentes de contacto: No sólo por estética



Hace casi un mes estoy utilizando lentes de contacto y no son tan terribles como pensaba, al contrario de lo que muchos piensan es un bienestar más allá de la simple estética, si pudiera definirlo diría que es libertad, puesto que te sientes libre para pasear bajo la lluvia sin que tus gafas se llenen de agua y puedas sufrir una caída, libre de los empañamientos producidos por los cambios bruscos de temperatura, libre para poder correr, saltar y hasta hacer la posición invertida.
Esta experiencia me ha llevado a investigar un poco más acerca de este objeto tecnológico.

Los primeros lentes de contacto fueron diseñados por Leonardo da Vinci, quien en 1508 introdujo en el margen de uno de sus escritos un dibujo de una semiesfera de vidrio llena de agua y con un rostro sumergido en ésta, más tarde en 1636 René Descartes diseñó un tubo con una curvatura semejante a la de la córnea, que llenó con agua y en el que introdujo el ojo.

Tipos de lentes de contacto:

Rígidos: fueron las primeras que aparecieron en el comercio. Estos lentes están hechos de un material muy transparente y resistente, a pesar de esto presentan un gran desventaja que es que dicho material no es poroso, por lo que no deja que el oxígeno pase a través de él.

Ventajas:

- La calidad de visión muy buena.
- Corrigen astigmatismo de la córnea.
- No tienden a acumular suciedad ni a contaminarse fácilmente, lo que provoca que sean de fácil limpieza.
- Duraderos.
- Económicos.

Desventajas:
- Pueden saltar del ojo fácilmente al realizar algún parpadeo brusco, debido a esto no son recomendados para practicar deportes.
- Al principio pueden causar molestias en comparación a los lentes blandos.

Lentes semirrígidos: Su apariencia es similar a una lente rígida aunque, como su nombre indica, se trata de lentes porosas. Dejan pasar el oxígeno al ojo, en mayor o menor medida, dependiendo de la permeabilidad del material del que estén fabricados.

Ventajas:
- Alta permeabilidad.
- En algunos casos llevan incorporado filtro de protección ultravioleta.
- Alta calidad de visión.
- Corrigen el astigmatismo bajo o moderado.
- No necesitan mantenerse hidratadas.
- Su duración es mayor (aproximadamente dos años).

Desventajas:
- Se rayan con más facilidad.
- Al ser unas lentes porosas, el material puede acumular suciedad y depósitos.

Lentes blandos convencionales. Estos lentes están hidratados, por lo que el agua forma parte de su composición.

Ventajas:
- La adaptación a estos lentes es muy rápida.
- Son las más adecuadas para personas que practican deporte, puesto que no se caen ni se desplazan en el ojo.

Desventajas:

- Se contaminan fácilmente, lo que obliga a tener un mayor cuidado higiénico.
- Su duración es aproximadamente de un año.
- Los lentes blandos normales no corrigen el astigmatismo (a no ser que sea muy reducido) por lo que hay que recurrir a las lentes blandas tóricas o a otro tipo de lentes.

Lentes blandos desechables y lentes de reemplazo frecuente:
A medida que pasa el tiempo el material de los lentes de contacto se deteriora, lo cual produce acumulación de suciedad, la que aumenta el riesgo de contraer algún tipo de problemas oculares. Para reducir estos problemas, existen los lentes de reemplazo frecuente y los desechables, dentro de las que encontramos las de uso diario (se cambian y desechan diariamente) y las de duración mensual.

Algunos consejos para su utilización:

· Lavarse bien las manos con agua tibia y un jabón suave neutro antes de manipularlos.
· Para limpiarlos sólo deben ser usados líquidos especialmente hechos para esto.
· No se debe utilizar si se padece de alguna infección o irritación ocular.
· Es posible practicar cualquier deporte con los lentes puestos, menos la natación.

Tal como pudimos ver los lentes de contacto han evolucionado, de tal forma que en la actualidad podemos encontrar diferentes tipos, blandos, rígidos, cosméticos, y hasta desechables, con la propósito de tratar distintos problemas visuales.
Aproximadamente el 90% de los pacientes son aptos para el uso de los lentes de contacto y en su mayoría estos son la mejor opción como terapia visual, ahora sólo falta que te atrevas a cambiar y disfrutar todos los beneficios que estos traen.


Jocelyn Arredondo Asís

Bibliografía:
http://es.wikipedia.org/wiki/Lente_de_contacto

domingo, 4 de octubre de 2009

El refrigerador: una historia congelada



Como todos bien sabemos, cada invento u objeto tecnológico que aparece en nuestras vidas, nace de una necesidad y fue esta razón la que trajo en el año 1850 al refrigerador, electrodoméstico más utilizado en el mundo, el cual logra preservar los alimentos, dando gran alivio a nuestra más básica necesidad de alimentación.

La idea de preservar los alimentos no es del año 1850, pues hay registros de una versión primitiva del refrigerador, el cual era un armario aislado en el que había un compartimento superior, donde se ponía nieve, y de ahí el nombre más antiguo, nevera y dicho nombre, viene por los neveros, que son acumulaciones naturales del hielo. No obstante, también hay registros pasados, que señalan que antes del “armario nevera”, las personas refrigeraban sus alimentos a través de cuevas o profundos pozos excavados en el suelo que se llenaban de hielosino en cuevas o profundos pozos excavados en el suelo que se llenaban de hielo.

Más tarde vendrían las primeras neveras domésticas que, efectivamente, no eran otra cosa que arcones o armarios donde se almacenaba el hielo. La parte inferior servía para almacenar los alimentos que requieren frío para su conservación. El hielo se llevaba a las poblaciones desde los picos cercanos que tuvieran nieves permanentes en verano, y si no en primavera, antes de la fusión, en carros aislados con paja, durante las noches, y se guardaba en unos pozos. Cabe señalar también, que esto sólo se daba en las poblaciones que tenían en sus cercanías nieve, pues quienes no tenían dicho privilegio debían conservar sus alimentos, específicamente la carne, a través del proceso de salado.

El gran paso para la invención de los refrigeradores, ocurrió el año 1834. Aquel año el norteamericano, residente en Londres, Jacob Perkins, fabricó por primera vez en la historia el hielo artificial. Cuando sus empleados le presentaron la primera muestra, él se limitó a decir: 'Verdaderamente está muy frío’
El primer aparato moderno que utilizó el invento de Perkins, apareció en 1850. Era un armatoste voluminoso, a modo de armario en cuyo interior se introducía grandes bloques de hielo. Esas cámaras se aislaban con forro de pizarra, y los alimentos se depositaban en compartimentos pequeños, ya que el hielo, junto con el material aislante, ocupaba casi todo el espacio útil. Más que frigoríficos o refrigeradores eran simples neveras que no diferían en mucho de los “armarios de nieve” del siglo XVI.
Hacia 1879 salió al mercado el primer frigorífico doméstico de naturaleza mecánica. Lo inventó y fabricó el alemán Karl van Linde. Empleaba un circuito de amoníaco, y su sistema se accionaba mediante bomba de vapor. De este artefacto se vendieron más de doce mil unidades en 1891, un año después de que el ingeniero Seeger diera al frigorífico su forma externa definitiva.

En 1923, Balzer von Platen y Karl Munters inventaron el frigorífico eléctrico, el modelo Electrolux, cuya patente compró la firma norteamericana Kelvinator, que lo fabricó en serie dos años después.
Pero era un electrodoméstico peligroso debido uso de gases tóxicos como el amoníaco y el ácido sulfúrico. Problema que se superó con el invento del freón, en 1930. Con aquel último toque, el refrigerador adquiría su forma definitiva.

El año 1931 Thomas Midgley descubre el clorofluorocarbono (nombre comercial: Freon o R-12), que por sus propiedades ha sido desde entonces muy empleado en máquinas de enfriamiento como equipos de aire acondicionado y refrigeradores, tanto a escala industrial como doméstica. No obstante, con el paso de los años se demostró que este compuesto químico ha sido uno de los principales causantes de la destrucción de la capa de Ozono, por lo que en 1987 se firma el Protocolo de Montreal para restringir el uso de estos compuestos y se prohíbe la fabricación y uso.

¿Pero cómo funciona?

Su funcionamiento es sencillo, ya que consta de un termostato para regular su temperatura interior, el cual controla un compresor cargado de gas. Dicho proceso de compresión y descompresión de gas, logra generar frío al interior de este aparato y sacar calor por la rejilla de la parte posterior.

Ahora bien, vemos que el refrigerador que actualmente encontramos en nuestros hogares, se debe a todo un proceso de invención, pues su surgimiento nace de la necesidad que se tuvo de preservar alimentos.
Todo este recorrido nos condujo a conocer los pasos que este electrodoméstico tuvo que dar para ver lo que ahora conocemos de él, ya que se inició con excavación de agujeros con hielos, armarios de madera y finalmente podemos apreciar refrigeradores con televisor. Todo esto nos lleva a una simple interrogante…ahora ¿Qué pasó más debe dar este invento?

Bibliografía:


• Refrigerador. Extraído en septiembre, 2009 en: http://www.profesorenlinea.cl/mediosocial/refrigerador1.htm
• Refrigerador. Extraído en septiembre, 2009 en: http://www.buy-home-electronics.com/refrigerator_es.php