domingo, 13 de septiembre de 2009

Claves para el éxito de la educación en Singapur

Dentro de los países con excelentes resultados académicos se encuentra sin duda Singapur, ¿pero que hace que este país posea buenos resultados en las mediciones internacionales como TIMMS y PISA?

De acuerdo a un artículo publicado por El Mercurio, desde el primer momento en que se pisa dicho país es posible descubrir la razón de su éxito… “hay una obsesión nacional con la educación”.

Esta obsesión se ve reflejada en los billetes de 2 dólares del país, en donde se muestra una sala con alumnos escuchando con atención a su profesor y una universidad en el fondo. Bajo esto se lee una sola palabra: “Educación”.

Esto también se observa en lugares públicos, como bibliotecas en los centros comerciales, titulares en los medios de comunicación sobre estudiantes destacados, etc.

Un poco de historia…
Quizás resulte un poco difícil entender el porque se logra tal aprecio de la educación, para ello, resulta fundamental entender a modo general la situación histórica en que se lleva a cabo todo esto.

Hasta hace 40 años, Singapur pertenecía como colonia a Gran Bretaña, cuando dicho país retiro dicho estatus, este pequeño país era tan pobre que ninguna nación quiso hacerse cargo de su territorio. Para comprender de mejor manera, en los años 60’ su producto interno bruto era muy similar al de México y jamaica. Hoy, gracias en parte a su preocupación por la educación es posicionado como el noveno país más rico del mundo a nivel per capita, en comparación con México que ocupa la posición 82 y jamaica la 123.

La educación en esos años distaba mucho con la actual. Existía una alta tasa de analfabetismo y hoy ocupa el primer lugar en exámenes internacionales (TIMMS) que evalúan el desempeño académico de estudiantes de 4° y 8° grado en las áreas de matemáticas y ciencias.

“Para nosotros, la educación es una cuestión de supervivencia” plantea el presidente de la Universidad Nacional de Singapur, Tan Chorh Chuan. “Singapur ni tiene recursos naturales, de manera que no podemos sobrevivir si no nos concentramos en formar gente preparada”.
Según plantean sus habitantes, Lee Kwan Yew, el fundador del país, tenía como meta formar ciudadanos angloparlantes con una educación bilingüe, en donde la primera lengua fuese el inglés y la segunda lengua sería su lengua materna (mandarín, Tamil o malayo), esto conllevo a que este país se convirtiera en un centro del comercio mundial.

El sistema educativo de Singapur se basa en el merito de sus individuos y la competitividad, lo que permite formar trabajadores altamente calificados. La meritocracia comienza desde primer grado, en donde clasifican a los niños en un ranking según su desempeño académico. Para los docentes resulta necesario informar a los alumnos en que posición se encuentran para que así se esfuercen en mejorar el año siguiente, sin considerar esta situación como una presión excesiva a tan corta edad.

Al finalizar la primaria, se someten a un examen y según el resultado son destinados a diferentes escuelas secundarias en donde cada una tiene una especialidad particular.

A través de un proceso denominado “canalización” las escuelas identifican las capacidades de los estudiantes y los derivan a diferentes ámbitos académicos que los conducen a la universidad o escuelas técnicas o vocacionales.

AL finalizar la primera etapa de la secundaria, rinden otro examen nacional y de acuerdo a su resultado, los derivan a institutos politécnicos (en donde se forman técnicos especializados) o a institutos de educación técnica (donde obtienen certificados en asistente de enfermería, peluquería, entre muchos otros).

Las autoridades del país, no consideran que este sistema sea muy rígido, ya que permite a todos los estudiantes obtener una carrera. El ministro de educación, Ng Eng Hen, plantea este sistema es “la joya de mi corona” ya que “casi todos los países tienen buenas universidades, pero pocos tienen un buen sistema de escuelas vocacionales”.

Todo esto, nos hace pensar que tan modelo a seguir resulta un país tan distinto culturalmente, pero no por ello, debemos negarnos a destacar muchas cualidades que posee este y que serían beneficiosas para nuestra educación. Quizás comenzar a valorar la educación como una necesidad vital para surgir logre que nosotros como profesores motivemos a nuestros estudiantes, y así lograr mejores resultados.

Daniela González.

Fuente: El Mercurio, Sábado 05 de Septiembre de 2009
http://www.abc.com.py/abc/nota/17177-El-secreto-de-Singapur-la-educaci%C3%B3n/

No hay comentarios:

Publicar un comentario